ALIMENTOS
NO SON BIEN TRATADOS EN CENTROS DE ABASTOS
Huancayo (11 de Setiembre).- Para
comprobar la buena atención y la higiene alimentaria en el que trabajan los
comerciantes del mercado del distrito de El Tambo, los funcionarios de la Dirección
Regional de Salud-Junín, realizaron una inspección a los distintos ambientes de
este centro de abastos donde se comercializan comidas, bebidas y productos
lácteos, tomando muestras de los mismos para el análisis respectivo.
La coordinadora higiene
alimentaria de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental de la DIRESA-Junín, Ing.
Rosalin Huayllani Miranda, precisó que las responsables de la preparación, elaboración,
envasado, almacenamiento,
transporte, distribución, venta, suministro
y servicio
de alimentos contraen millones de microbios al contacto con las monedas
y billetes.
“Está demostrada la
relación existente entre una inadecuada manipulación de los alimentos y la
producción de enfermedades trasmitidas
a través de éstos. Las medidas más eficaces en la prevención de estas
enfermedades son las higiénicas, ya que en la mayoría de casos es el
manipulador el que interviene como vehículo de transmisión, por actuaciones
incorrectas, en la contaminación de los
alimentos”, indica Huayllani.
Asimismo, asegura
que el manipulador de alimentos necesita conocer el proceso de preparación y
conservación de alimentos y respetar las exigencias culinarias, sanitarias y
nutritivas que permiten que el alimento llegue al consumidor en las
mejores condiciones de calidad.
Huayllani Miranda
sostuvo que las personas que manipulan los alimentos juegan un papel importante
con sus actitudes para
prevenir la contaminación, ya que es
causada principalmente por la falta de higiene. En ese
sentido precisó que existen dos clases de manipuladores: los de alto y bajo riesgo.
Los de alto riesgo son aquellos que mantienen contacto directo con
los alimentos que no sufren un tratamiento posterior, antes de llegar al
consumidor, también son las personas que intervienen en la elaboración de
alimentos. Y los de bajo riesgo,
mantienen contacto con el alimento que sufrirá un proceso de elaboración
posterior antes de llegar al consumidor.
Rosalin Huayllani,
asegura que los manipuladores representan un riesgo potencial de transmisión de
gérmenes causantes de enfermedades en los consumidores. “Ser manipulador de
alto riesgo no supone riesgo de enfermar, supone ser más responsable. La salud
de los consumidores se encuentra en las manos de los manipuladores”, precisa.
“Cuando se trabaja
manipulando productos frescos debe ponerse un cuidado especial, ya que un
adecuado manejo, conservación y almacenamiento de los alimentos, previene accidentes y
enfermedades, tanto para los propios trabajadores como para los clientes”, finalizó.
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